¿PUEDE LA ALIMENTACIÓN AYUDARTE CON EL CORONAVIRUS?
A nivel mundial se vive una situación delicada, cargada de desconocimiento e incertidumbre, que nos obliga a estar lejos de quienes siempre nos han rodeado y que hace nacer en nosotros la inquietud de querer ayudar desde donde podamos. Así, desde nuestra cuarentena, hablaremos hoy desde nuestro conocimiento, desde lo que podemos aportar… desde la nutrición.
En este contexto, en donde una “submicroscópica cadena de material genético y proteínas” (virus) intenta multiplicarse a expensas nuestras y vivir a costa de nuestras células, surge la importancia de nuestro primordial e indispensable sistema de defensa, nuestro SISTEMA INMUNE.
Ahora, ¿qué tiene que ver la nutrición con nuestro sistema inmune? Mucho. Nuestro sistema inmune NECESITA de un óptimo estado de equilibrio de nuestro medio interno (concepto de HOMEOSTASIS) y gran parte de ese óptimo estado, depende de nuestra nutrición.
Para entender un poco, en la siguiente imagen podemos esquematizar de manera muy simple nuestro sistema inmune.
Tal como se ve en la imagen, nuestro sistema inmune se compone de dos partes: Un sistema INNATO, con el cual nacemos y que es el encargado de defendernos de manera rápida, pero muy poco específica. A grandes rasgos, éste se compone la barrera cutánea (piel), secreciones (mucus, secreciones bronquiales), etc. La segunda parte del sistema se denomina ADAPTATIVO, el cual se adquiere durante la vida, modulado por nuestro entorno y por las situaciones a las cuales nos exponemos y tal como su nombre lo dice, permite adaptarnos a nuestro ambiente. Éste, a su vez se compone de un sistema HUMORAL (ANTICUERPOS: Moléculas que atacan agentes patógenos) y CELULAR (Células que directamente atacan a agentes patógenos).
Si bien sabemos que la nueva variante de Coronavirus (SARS-CoV-2) que genera el cuadro clínico “COVID-19” es altamente contagioso, depende en gran parte de nuestra propia inmunidad el CUAN GRAVE sea para cada uno de nosotros. Es por esto, que todo aquel ser humano que tenga de alguna u otra manera su sistema inmune más “débil”, puede generar un cuadro clínico más agresivo y eventualmente fallecer, como es el caso de los adultos mayores, transplantados, con enfermedades autonimunes, diabéticos, con cáncer, etc.
Desde ese punto de vista, el sistema inmune depende de muchos factores que pueden afectar su correcto funcionamiento, entre ellos una NUTRICIÓN ADECUADA. Tal como se muestra en la siguiente imagen, son diversos los factores que pueden influir y provocar una INMUNIDAD DEFICIENTE, todos factores y características muy comunes y frecuentes en la población actual.
De esta forma, respondiendo a la pregunta del título, ¿PUEDE LA ALIMENTACION AYUDARTE CON EL CORONAVIRUS? La respuesta es SI. El sistema inmune NECESITA de una adecuada nutrición para su correcto funcionamiento, tanto en el nivel de MACRONUTRIENTES como en el de MICRONUTRIENTES. Es vasta la evidencia científica que avala la importancia y lo indispensables que son los diferentes nutrientes en el funcionamiento óptimo de un sistema inmune fuerte.
Entre los nutrientes con más evidencia se encuentran los “Ácidos grasos poli insaturados” o “PUFA” (por su sigla en inglés) como el omega-3 y omega-6, las vitaminas “Antioxidantes” como la A, C y E, también la vitamina D, el Complejo B (Vitaminas B2, B6, B12), Ácido fólico, Hierro (Fe), Selenio (Se), Zinc (Zn), los Probióticos y la EpiGaloCatequina-3-Galato (EGCG).
Con respecto al beneficio de estos macro y micronutrientes, la evidencia científica destaca el poder ANTIINFLAMATORIO de la vitamina D, PUFAs y EGCG. Esta última molécula presente en el té verde corresponde a una “catequina” correspondiente al 15% del componente total, con altísimo poder antiinflamatorio y estimulante del sistema inmune. De la misma forma, se destaca el poder ANTIINFECCIOSO de los micronutrientes como la vitamina D, E, Zinc y Probióticos.
En la siguiente imagen te mostramos todos los alimentos en donde estos nutrientes con EVIDENCIA DEMOSTRADA están presentes en mayor o menor medida.
En relación a sus beneficios para el sistema inmune (con evidencia científica demostrada), podemos detallar: Los lácteos y el huevo se caracterizan por ser altos en Vitamina A, B12, D, Zinc y Selenio; los cereales son ricos en vitamina E, B2, Hierro, Zinc y Ácido fólico. Los cítricos (limón, naranja, kiwi) son ricos en vitamina A, C y Ácido fólico; los frutos secos (sobre todo la nuez) son ricos en Zinc, Hierro y Selenio. Las carnes poseen alto contenido de Hierro, Zinc, vitamina B6 y B12; el pescado contiene alto contenido de PUFAs y vitaminas A, D, E, Zinc y Selenio (¡es uno de los alimentos más completos!); las verduras son ricas en vitaminas A, complejo B, Ácido fólico (sobre todo las de hoja verde), Hierro y vitamina D. Los mariscos Zinc, Hierro, vitamina A, B, D y PUFAs; el té verde es rico en EGCG (catequina muy potente que estimula el sistema inmune INNATO y ADQUIRIDO). Con respecto a los Probióticos queremos hacer un acápite especial (considerando su importancia y que cada vez se habla de ellos con más frecuencia).
Los Probióticos corresponden a microorganismos vivos que participan en la modulación de la microbiota (bacterias propias de nuestro intestino), homeostasis intestinal y función inmune, previniendo así cuadros infecciosos, entre otras cosas. Los géneros de probióticos con mayor evidencia científica demostrada corresponden a los Lactobacillus y los Bifidobacterium. Ambos géneros poseen diferentes “cepas”, cada una de ellas con propiedades específicas. Los probióticos los podemos encontrar en 2 presentaciones: en cápsulas (microorganismos liofilizados, con mayor precio y en general con menos cantidad de microorganismos o unidades formadoras de colonias - UFC) o en “alimentos funcionales”, generalmente lácteos a los cuales se les agregan los probióticos.
En general, en Chile se comercializan varias cepas de probióticos dentro de alimentos funcionales (Uno al día, Chamito, etc.). Sin embargo, el con mayor evidencia científica a favor del sistema inmune corresponde al “Kéfir” (“yogurt búlgaro” o “yogurt de pajaritos”). Además cabe considerar, que el beneficio de los lácteos con probióticos de uso comercial se pierde al no mantener la “cadena de frío”, cadena que se pierde desde que son tomados en el estante del supermercado y llevados a la casa sin mantener la temperatura adecuada.
Considerando todo lo anterior, te invitamos (dentro de lo posible considerando las limitaciones de la cuarentena) a potenciar tu sistema inmune, a ayudarlo a que te pueda proteger de manera adecuada para prevenir un cuadro clínico agresivo en caso de contagio, a alimentarte bien estos días, a preferir alimentos frescos y a promover esta conducta en tus pares; a evitar la comida “chatarra”, a no hacer dietas restrictivas y a no eliminar los carbohidratos si no puedes entrenar, sino que debes comerlos según su tipo, cantidad y horario que corresponda (Si quieres ver qué carbohidratos puedes comer, revisa aquí >> NUESTRO POST SOBRE LOS TIPOS DE CARBOHIDRATOS<<)
Y toma Té verde ;)
De esta forma podrás tener un sistema inmune A TODO TERRENO, logrando así que ninguna cadena de moléculas mutada te afecte a ti ni a los tuyos.
Un abrazo.
Bruno y Ana Paula
EQUIPO VILBOFIT.
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