¿SON LAS PERSONAS DE “EDAD AVANZADA” MÁS SUSCEPTIBLES A ENFERMARSE?
Queremos en esta ocasión abarcar un tema muy importante y queremos generar una reflexión con respecto al envejecimiento y su relación con las enfermedades. Tal como se plantea en el enunciado, ¿será verdad que el hecho de pertenecer al grupo de “edad avanzada” (definido por la OMS – Organización Mundial de la Salud - como: “toda persona sobre 60 años de edad”) los hace más susceptibles a enfermarse?
Para poder responder esta pregunta, tenemos que hablar antes de algunos conceptos, de tal forma de entender el mecanismo del envejecimiento, el cómo afecta nuestra fisiología con el pasar de los años y dilucidar si efectivamente el tener mayor edad implica que me enfermaré más (y de esa forma ver si hay conductas que podamos cambiar aún… tanto en nosotros o en los adultos mayores que nos rodean).
Primero que todo, algunos datos estadísticos de la OMS:
-El número de personas de 60 años en 2017, era de 962 millones, lo cual se calcula que aumentará a 1400 millones (2030). Para 2050, la población mundial de personas mayores se habrá más que duplicado, hasta llegar a los 2100 millones.
-En 2050, habrá más personas de 60 años o más que adolescentes y jóvenes de 10 a 24 años (2100 millones frente a 2000 millones).
-En 2017, 1 de cada 8 personas tenía 60 años de edad o más. Se prevé que, para 2030, la proporción pase a 1 de cada 6 y, para 2050, 1 de cada 5, o sea que el 20% de la población tendrá “edad avanzada”.
Todo lo anterior se resume en que cada día hay más personas sobre los 60 años, con toda la variabilidad que eso significa. Sabemos que hay personas de 60 años que gozan de una excelente salud y otros, que viven llenos de comorbilidades y estados patológicos que afectan muchísimo su calidad de vida. Pero, ¿por qué esta diferencia? La clave es que a pesar de que existe un mecanismo “común” de envejecimiento, este mismo es MODULABLE de persona a persona, lo cual puede hacer que nuestro fenotipo de vejez sea completamente distinto.
Entonces, ¿por qué ENVEJECEMOS?
Aquí entra en juego el concepto de “Célula senescente”. Con el paso de la edad, la principal estructura biológica funcional de nuestro cuerpo (la célula) va teniendo cambios “normales” que hacen que ya no funcione como antes. Ya no responde a estímulos como lo hacía antes, ya no se duplica con la velocidad de antes, ya no se repara como antes, ya no se comunica con su entorno como antes… y esto ocurre principalmente porque se altera el “ciclo celular” que tiene cada célula. Si, al igual que la vida humana (nacer, crecer, reproducirse y morir), la célula tiene un ciclo celular, que va haciendo que la misma cumpla sus distintos períodos, se duplique su material genético y permita desarrollar su función de manera íntegra. Este ciclo celular es el que se altera, y por esto la célula envejece.
Tal como se muestra en la siguiente figura, los mecanismos por el cual se altera el ciclo celular son muchísimos y muy variados, pero podemos resumirlos a grandes rasgos en 2 conceptos (conceptos de gran complejidad y que no ahondaremos en este post): alteración en la “metilación del ADN” y el “acortamiento de los telómeros”.
Ambos procesos ocurren en la célula con el paso del tiempo, lo cual secundario a una mala alimentación, la falta de ejercicio físico (o también una excesiva realización del mismo), alteraciones del sueño y otras conductas como el exceso de alcohol o el tabaquismo, genera “estrés oxidativo”, afectándose el ciclo celular y finalmente generándose la “Célula senescente” (o célula envejecida). La desventaja de esta nueva célula envejecida es que “se desordena” y genera desbalances a nivel de todos los órganos del cuerpo (tal como se ve en el esquema a continuación), aumentando la incidencia de patologías crónicas y de tumores malignos, entre otros. De este modo, todo el cuerpo deja de funcionar de manera óptima, hasta que la disfunción es total y finalmente fallecemos, ya sea por patologías o por “muerte natural”.
Se puede ver que todos los sistemas del cuerpo se ven afectados: disminuye el tamaño cerebral, disminuye la musculatura cardíaca y en los vasos sanguíneos, aumenta la grasa corporal, disminuye la musculatura esquelética, el riñón filtra menos, el aparato digestivo se hace más lento, etc., todo asociado a la aparición de células senescentes en todos los órganos de nuestro cuerpo.
La clave de este esquema es que esta alteración del ciclo celular, este estrés oxidativo que lleva a este cambio celular, es MODULABLE. Sí, es modulable con diferentes conductas a lo largo de la vida; conductas que lleven a disminuir el estrés oxidativo, con lo cual se puede llegar a células senescentes con menos grado de disfunción con diferentes conductas: siendo las principales la nutrición, el ejercicio y el sueño de calidad.
Por lo tanto, y respondiendo a la pregunta inicial, las personas de edad avanzada SÍ son más susceptibles a enfermarse, sin embargo la repercusión y la gravedad del cuadro clínico depende de CÓMO HA SIDO Y CÓMO ESTÉ SIENDO MODULADO el estado fisiológico de cada persona.
Por lo tanto, si es modulable, ¿hay algo que podamos hacer?
¡Por supuesto que sí! De nosotros depende, de las generaciones más jóvenes que podamos educar y promover un envejecimiento saludable en nuestros padres, en nosotros mismos e incluso en los niños que nos rodean; debemos inculcar, practicar y fomentar estilos de vida saludables que incluyan una correcta alimentación, ejercicios de fortalecimiento y cumplir con las horas de sueño como corresponde, de tal forma de potenciar nuestro corazón, mantener nuestra masa muscular, fortalecer nuestro sistema inmune (Lee AQUÍ nuestro post sobre cómo afecta la Nutrición en el sistema inmune). Existen muchos ejercicios y consideraciones de alimentación que podemos tener para practicar y para educar a los que nos rodean, tema que será abordado y detallado detallaremos en nuestros próximos POST ;)
¿Se está haciendo algo concreto en el mundo actualmente por esta causa?
Así es, a mediados de 2019 la OMS inició un proyecto llamado “Decenio del Envejecimiento Saludable”, que corresponde a educar y tomar una serie de medidas entre los años 2020 y 2030 para generar el cambio que se requiere para un envejecimiento saludable. Puedes leer más al respecto AQUÍ.
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